sábado, 10 de julio de 2021

MEDITERRANEO o una historia de atardeceres rojos.

MEDITERRANEO o una historia de atardeceres rojos. MEDITERRANEO o una historia de atardeceres rojos. Era una noche de sábado a principios de la década del 70 del siglo pasado, estábamos conversando en el Club Social de Santa Lucia con unos amigos cuando alguien nos trae la noticia que un camión militar había dejado libres en la puerta del Cementerio, a varios amigos y conocidos que estaban presos en el cuartel de San Ramón y que venía caminando hacia la plaza por la calle Rivera. Salimos rápidamente a su encuentro, eran 5 con paso lento y algunas bolsas colgadas de sus hombros o arrastrandolas por la vereda. El abrazo fuerte, emotivo, húmedo.. casi sin palabras... fue la bienvenida con la certeza palpable de que estaban aparentemente sanos. Caminamos junto a ellos hasta la plaza donde ya habían otras personas entre familiares y amigos esperándolos y desde allí, después de un breve lapso cada uno de ellos se dirigió a su casa donde en muchas de ellas no los esperaban. Nosotros fuimos con Diego, uno de los liberados, que había sido compañero de secundaria y que vivía con su madre. Al llegar a su casa , alguien, visitante común de la casa se adelantó para hablar con ella y prepararla, pues había tenido algunos problemas de salud que se agudizaron en el tiempo de prisión de su hijo al no saber en los primeros tiempos, dónde estaba preso y como estaba, conducta muy común del ejército y su "justicia" en ese tiempo infame. Cuando se encontraron no les alcanzaron los brazos para tantos abrazos. Despues de un breve instante con ellos los dejamos solos. Al otro día, por la tardecita fuimos a tomar unos mates y saber cómo estaba. Nos hizo pasar a su dormitorio para conversar los temas obvios de esos momentos y decirnos de su decisión de irse del país aun sin saber bien su destino… cuando la conversación y el mate se iban lavando sacó de la biblioteca un disco aparecido poco tiempo atrás... "Mediterráneo" de Joan Manoel Serrat... Lo colocó en el tocadiscos y allí, casi de manera ritual el silencio nos envolvió para escucharlo una y otra vez..de punta a punta. Esas canciones entraban sin permiso a lo más profundo de uno. Mediterráneo...Pueblo Blanco... Vencidos...Esas pequeñas cosas...Tio Alberto…y otras fueron dándole palabras y melodias al sentimiento de cada uno de nosotros en ese momento y que varias décadas después continúan imborrables y vitales. Al poco tiempo partió al exilio a Vera de Bidazoa en los Países Vascos a grupas de aquel caballo dónde el Quijote le hizo lugar en su montura, pues como él iba cansado, vencido y con amarguras. En las tardecitas de esa su estadía primaria de exilio y repitiendo lo que haciamos en Santa Lucia, se sentaba en un banco del andén de la estación para ver llegar trenes y porque no… encontrarse con alguien conocido o tal vez parecido, que ayudara a no perder la memoria y cobijarse aunque sea desde la imaginación, antes de continuar los aun inciertos caminos del exilio. En lo personal tuvieron que pasar casi cincuenta años para conocer personalmente "ese mar de los atardeceres rojos". Al verlo por vez primera parado en el techo del Castillo de Santa Bárbara en Alicante pude ver y sentir realmente la canción ya no solo en mis oídos sino en la piel y en el corazón. Al enterarme en estos dias de qué se cumplen 50 años de la presentación de MEDITERRÁNEO, esa historia se puso de pie delante mio tanto como EL…aunque ahora ya no está

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