viernes, 24 de marzo de 2023

 


Recuerdo que en mi niñez tenía una caja de madera con una tijera y un frasco chico de medicamento vacío con engrudo o goma arábiga en su interior y como cierre en su boca una gasa doble, atada con un hilo de coser. 

Tanto el engrudo como la goma arábiga se preparaban en casa. Con eso pegaba figuritas en los álbumes y también aquellos iniciales collages que armaba habitualmente a partir de imágenes devenidas de "El Diario" de la noche y en particular del cómic "El Fantasma" ... demás está decir que ese personaje era mi favorito y con el armaba "elaborados collages" que pegaba en las hojas de doble raya de un libretón de tapas duras.




Desde allí , hablamos de 60 años atrás, la tijera, el pegamento y las imágenes de cualquier procedencia estuvieron cerca mío. Fueron parte de mi vida hasta hoy, sí, con variantes de texturas y de conceptos, pero "la estrategia collage" es una parte esencial en mi vida para bien o mal. El collage inicialmente tomado como entretenimiento paso a transformarse en esa acción de arte que me representa e identifica. A través de él, me fui encontrando primero conmigo mismo y despues con artistas cuyos collages supieron ser tendones en la construcción de los míos, Joan Miró, Pablo Picasso, Georges Braque, Henri Mattise, Kurt Schwitters, Antoni Miro y otros y por acá más cerca en Uruguay,Adolfo Nigro, Mario Lorieto, Ernesto Vila que me fueron abriendo puertas y ventanas al conocimiento en lo técnico y en lo conceptual. 

Hoy el collage desde sus recortes me conduce por caminos inesperados, sorprendentes, como si ellos libretaran su propia construcción y en ese dejarse ir aparece el encanto y la magia de ver que de esa forma se va representando mi SER más profundo.




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